viernes, 6 de agosto de 2010

¿Trabajar o no trabajar en la nube? Pros y contras

Michael Miller, un escritor especializado en las TI’s, dice en InformIT: “La computación en la nube representa un cambio mayor en cómo almacenamos información y ejecutamos aplicaciones informáticas. En lugar de alojar aplicaciones (‘apps’) y datos en un ordenador de sobremesa, todo está alojado en la ‘nube’ – un conjunto de computadoras y servidores (*) a los que se accede por internet. Este tipo de computación, basada en la red, te libera de la tiranía de la computación en el ordenador de sobremesa y abre nuevas formas de colaboración en grupos. Pero tan atractivo que todo esto suena, la computación en la nube no es para cualquiera” (Nota: o para cualquier cosa, o en cualquier caso). Es como un avión pilotado de noche con los instrumentos de vuelo, porque el piloto no ve nada en su alrededor y se tiene que fiar solo de la información y señales que recibe desde el exterior. En un post anterior de este blog, nuestro amigo Juanjo Azpiroz ya escribió sobre cloud computing o computación en la nube, por lo que no voy a volver a repetir lo ya dicho sobre este concepto nuevo. Muchos han estado o están ya de alguna forma haciendo alguna cosita en internet, a título personal o en sociedad, sin apenas darse cuenta de estar en la “nube”. Por ejemplo, haciendo un álbum de fotos en Picasa, archivando documentos en Google Docs, reuniendo personas en un grupo Google, o comunicando con amigos en Facebook.

Servidores en la nube

Pero cuales son realmente las ventajas e inconvenientes para una empresa de lanzarse en el cloud computing. Para salir de dudas he buscado la opinión de varios expertos en internet y, viendo las coincidencias en muchos puntos he pensado que sería interesante resumir lo más importante. Abajo encontrarán las referencias (**).





Comunicación por satelite (Fuente: Intelsat)


Las ventajas más importantes, con sus “peros”, son:

Una ventaja evidente: estando en internet, no hay fronteras. Podemos acceder a nuestra información y comunicar desde cualquier sitio del mundo con cualquier sitio del mundo, y además todos los días del año, 24 horas al día. Y permite trabajar en equipo sin estar físicamente reunidos. Pero, a condición naturalmente que en este sitio donde estamos en el mundo puedas conectarte fácilmente y libremente a internet. Y además que el acceso sea rápido, fiable y constante. La conexión debe ser de banda ancha (ADSL, etc.) y no por modem telefónico (que además se usa cada vez menos).

Es económico. Necesitamos menos inversión en hardware y tenemos menos gastos de mantenimiento, porque la información está en la web y no en nuestro PC. Y menos inversión en software también. Se paga por el servicio en función de lo que se utiliza. Permite una ampliación escalonada y económica de los costos en función de las necesidades crecientes de la empresa. Además se ahorra energía. Pero puede haber limitaciones, en función de qué se quiere hacer en la nube, de qué software usamos o queremos usar. Que si es compatible o no con el nuestro. Por ejemplo cuando estamos acostumbrados a usar Windows Office, u otros, quizás no nos guste cambiar. También se requiere disponer en la organización de personal familiarizado con internet y el cloud computing, que además tenga curiosidad y astucia, que tenga capacidad para seguir, aprender y adaptarse a los cambios y novedades. Que sepa juzgar sobre la seguridad de los datos, etc.

Su implementación es más rápida que de montar hardware y software propio. Se hace en semanas o meses. Y es más flexible y ágil en cuanto a cambios y actualización. No te hipoteca. Pero, según el caso puede ser conveniente tener un sistema híbrido, con una parte física in situ y otra virtual en la nube.

La total dependencia de un servidor externo tiene sus riesgos. Sobre todo si tenemos que cuidar la seguridad y privacidad por tratarse de información confidencial (de personas, empresas, de patentes o know how tecnológico empresarial, por ejemplo). Nuestra información estará con una alta probabilidad almacenada a mucha distancia de España, por ejemplo en Silicon Valley de California (Mountain Vue, Menlo Park, etc.). También hay que mirar a los costes de banda ancha necesaria para un almacenamiento y descarga a alta velocidad de datos que ocupan mucha memoria, como p.ej. información audiovisual de cierta extensión. Aunque los servidores suelen tener sistemas de back up y el riesgo de perder la información es pequeño en teoría, si la perdemos no la puedes recuperar por falta de un back up local. Por lo tanto hay que juzgar sobre la importancia que tiene la información almacenada para la empresa.

Mejora el rendimiento de nuestro PC, porque usamos computadoras del servidor más potentes y tenemos que ocupar menos memoria con programas y archivos en nuestro equipo con lo que funciona más rápido. Hasta podríamos prescindir de los periféricos CD y DVD. Pero, como hemos dicho, para aprovecharse de esto hay que tener una conexión rápida. También, aunque tengamos una conexión rápida, puede que sea más lento que trabajar en un equipo propio, por ejemplo si hay que ir a, y volver de la nube para revisar o corregir un documento que estamos elaborando.

Trabajar en la nube no se debe hacer a ciegas. Requiere un análisis serio y exhaustivo.

(*) Algunas grandes empresas que prestan servicios de cloud computing: Google (Apps), Microsoft(Azure), IBM (Blue Cloud), Salesforce, etc.

(**) Referencias:

http://www.networkworld.com/supp/2009/ndc3/051809-cloud-pro-con.html

http://www.informit.com/articles/article.aspx?p=1324280#addComment

http://www.feliperm.info/2009/03/04/cloud-computing-ventajas-y-desventajas/

http://www.salesforce.com/es/cloudcomputing/

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