Con innovación tecnológica entendemos el cambio o sustitución de la tecnología existente por otra nueva, o la aplicación de mejoras a la existente. Puede ser para producir el mismo producto o prestar un mismo servicio que antes con mayor eficiencia, un producto o servicio mejorado, producir nuevos productos o servicios y aumentar la gama de productos o servicios con el fin de diversificar o ampliar su oferta. La innovación tecnológica puede eventualmente implicar la necesidad de otros tipos de innovación: de la organización, gestión financiera, de personal, gestión comercial, etc.
No hay que innovar por innovar, por “estar a la moda”. Innovar debe ser el resultado de una necesidad: para mantener o incrementar la competitividad, para mantener o ampliar la oferta que corresponde a una demanda del mercado o que pueda crear un nuevo mercado.
La forma más sublime de la innovación tecnológica es desarrollar tecnología propia (término que no hay que confundir con “alta tecnología”), si está al alcance de la empresa (depende del tipo de actividad, recursos económicos disponibles, cualificación profesional del personal, etc.). Hay suficientes ejemplos en la historia de investigadores emprendedores que han creado empresas exitosas (Solvay, Baekeland, Edison, Bell, etc.). Pero antes de hacer I+D hay que estar seguro de lo que se va investigar no está ya investigado. No es rentable gastar en reinventar lo inventado y pensar a priori que su idea es nueva sin comprobar que otro la ha tenido antes. La forma de innovación tecnológica más utilizada sin embargo es la de adquirir tecnología de empresas tecnológicas, especializadas en la I+D de las mismas. Veamos cuales son las etapas de este tipo de innovación tecnológica.
Primera etapa: Conocerse a si mismo y al entorno.
Es preciso empezar por un análisis de la situación de la empresa, por lo que es aconsejable realizar un diagnóstico de la empresa del tipo DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades), en inglés conocido
por SWOT (Strengths, Weaknesses, Opportunities, Threats). El análisis es externo (qué está pasando en el mercado, como está evolucionando, qué hacen los competidores…) e interno (Qué es lo que no va bien en mi empresa, qué es lo que debe mejorar o cambiar, donde están mis costes mayores, cuales son mis puntos fuertes y mis puntos débiles…). Hay que estar seguro de que el problema es tecnológico y no otro.
Segunda Etapa: Estudio y evaluación de las tecnologías disponibles
Hay que saber lo que se necesita y conocer lo que hay y lo que se va a adquirir, rastrear las nuevas tecnologías existentes, ver su estado de comercialización, evaluar su aplicación en nuestro caso, su coste y
condiciones contractuales de adquisición y utilización, sus ventajas e inconvenientes, etc. Hay que conocer la experiencia en su utilización, mediante visitas si es posible. Las nuevas posibilidades que ofrece. La adaptación de nuestro negocio a la nueva tecnología. El servicio de asistencia ofrecido para la puesta en servicio, la asimilación de y formación/entrenamiento en la tecnología. La participación en las mejoras de la tecnología y obtención de su mantenimiento. Las garantías ofrecidas. Etc.
Tercera Etapa: Estudio de Rentabilidad, Plan de Inversión, Adquisición
Realización de un estudio/análisis de viabilidad técnica y económica de la nueva tecnología aplicada en nuestro negocio.
Si Ud. es autónomo o una PYME y requiere asesoramiento sobre la gestión de la innovación tecnológica de su empresa, en SECOT se lo podemos ofrecer aquí:
Asesoramiento on line: https://www.secot.org/asesol/
Asesoramiento local en Bilbao:
Cada vez son más necesarios estas innovaciones en las empresas para ir creciendo y desarrollando estos productos, muy bien explicado René
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