viernes, 23 de abril de 2021

RENÉ AGA HA CUMPLIDO 20 AÑOS EN SECOT

 

                                                               

                                                              Hoy tenemos el placer de acercarnos al perfil humano, profesional y motivacional de uno de los asociados más longevos de nuestra Delegación de Bizkaia, René Aga. Doctor en Ciencias Químicas con una amplia trayectoria profesional  y numerosos galardones en su haber entre los que destacan : Senior Relevante en los Premios a la Excelencia de Secot y Fundación Repsol en 2012 y recientemente, Premio Colaborador Industria Química (Infoedita) en el Congreso Iberquimia de Bilbao 2020,celebra su veinte cumpleaños en Secot compartiendo con todos nosotros los momentos más importantes de su vida personal y profesional.




¿Dónde y cuándo naciste?


Nací en Bruselas el 26 de marzo de 1935. De padres flamencos (de Flandes, no de Andalucía). Vivimos en Laken, un barrio de Bruselas donde tienen lugar las ferias internacionales (en 1935 tuvo lugar la primera). Donde está el Atomium. Desde su esfera más alta se puede ver nuestra calle, la Pioenenstraat/rue des Pivoines (o calle de las peonias) (video).

-Infancia y guerra mundial


En 1940, tenía yo 5 años, el ejército nazi de Hitler invadió mi país. Mis padres tuvieron que ceder el primer piso de nuestra casa a un oficial alemán que había traído a su mujer y su niño, más pequeño que yo. Yo jugaba con ese niño. Los niños pequeños no piensan en la guerra: quieren jugar. Hubo escasez de comida. Para buscar comida mi madre iba a veces en bicicleta (y yo sentado detrás en la sillita) al caserío de mis tíos en su pueblo natal Buggenhout en Flandes a unos 25 kms.

En 1944 entraron las tropas inglesas en la ciudad para liberarnos. Los alemanes se marcharon a toda prisa. A un soldado inglés que saltó de un tanque que entró en mi calle se le cayó su metralleta al suelo y empezó a disparar sola por todos los lados. Hubo algunos heridos entre la gente. Yo tuve suerte y me quedé con el susto.

La liberación por las tropas inglesas era como una gran fiesta. Muchas familias invitaban a un soldado ingles a comer en su casa. En mi casa también. Y los niños íbamos a ver a los soldados en sus tiendas de campaña y nos dieron galletas. Pero los alemanes seguían lanzando misiles V1 sobre la ciudad y cuando sonaron las alarmas tuvimos que bajar al sótano de la casa. Tuvimos suerte: solo se rompió el cristal de una ventana.

La mayoría de los británicos de ahora, que votaron el Brexit, no han vivido aquello y han olvidado lo que dijo el entonces primer ministro Churchill, uno de los “padres” de la Unión Europea. En un discurso en la Universidad de Zurich dijo que querría unos “Estados Unidos de Europa”.

-¿Cómo viviste tu adolescencia?


La enseñanza media la tuve en el colegio St Pieter (San Pedro) en Jette, un municipio en el área de Bruselas. En la rama de Humanidades, Griego y Latín. Era buen estudiante destacando en ciencias e idiomas, en particular el francés, el inglés y el alemán. Con un profesor muy bueno: en la clase de inglés donde no se podía hablar más que en inglés. En el colegio participaba también en el grupo de los scouts. En el Año Santo 1950 nos fuimos de viaje en tren a Roma donde nos reunimos scouts de toda Europa. Nos recibió el Papa, Pio XII. Dormimos en tiendas cerca de la ciudad del Vaticano.

 

También cantaba en el coro Cantabile del colegio.

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¿Qué recuerdas de tu servicio militar?


Hice la mili en 1960 (todavía era obligatoria en Bélgica), al finalizar mis estudios en la universidad. Me incorporé en las Unidades de Defensa de los Aeropuertos (UDA), en la escuela de suboficiales porque la duración era de 15 meses, en lugar de 18 para los oficiales. Era en Arlon, lejos de casa en la provincia de Luxemburgo cerca del Gran Ducado. Allí preparé la presentación de mi tesis doctoral, para lo que el comandante me dejó usar una clase con pizarra.

Más tarde en el aeropuerto militar de Brustem, empecé a estudiar el español en mi tiempo libre con el método Assimil.

Pero la vida tranquila acabó. El 30 de junio de 1960 el Congo obtuvo la independencia. Pero en el ejercito congoleño hubo un motín porque los oficiales seguían siendo belgas. Dos compañías de las UDA fueron enviadas para vigilar los aeropuertos, primero a Bujumbura en Burundi de donde tenían que salir para el Congo. El avión de la primera compañía cayó por un fallo mecánico y la mayoría de los pasajeros murieron. Tuve la suerte de no estar en ese avión. Mi compañía quedo entonces en Bujumbura para proteger a los belgas que eran evacuados por ese aeropuerto. En Bujumbura todo estaba tranquilo.



A la vuelta nos recibió el Rey Balduino en el aeropuerto de Ostende, a la costa belga.

-¿Por qué elegiste estudiar química?


De niño soñaba con ser piloto de aviación. Pero la forma atractiva con la que el profesor del colegio enseñaba ciencias despertó mi interés por la química. Mi primer experimento lo hice en casa. Preparé una mezcla de polvos de azúcar y azufre en el sótano. Usé un martillo como detonador. Fue tan fuerte el ruido de la explosión que decidí no elegir esta rama de la química.

Estudié la carrera de química física en la universidad KU Leuven, una de las más antiguas de Europa, en la ciudad de Lovaina. La KU Leuven está entra las 100 primeras en el ranking mundial de universidades, y primera en el ranking Thomson Reuters de las universidades innovadoras europeas, y entre las 20 primeras mundiales (Sobre todo por el gran número de start-ups tecnológicas nacidas en la universidad). Hice el doctorado en el laboratorio de química física, bajo la dirección del Prof. Jungers, que también era asesor del Instituto Francés del Petróleo (IFP) cerca de Paris y editor del libro “Cinétique Chimique Appliquée” que también fue traducido al español. Varios ingenieros franceses de ese instituto hicieron su doctorado con nosotros. Había un muy buen ambiente de amistad en el laboratorio. Pagué los estudios de doctorado y mi estancia en Lovaina con una beca que me había concedido el Instituto para la Investigación Científica en la Industria y la Agricultura, del Gobierno Belga. Con ese dinero compré también una mesa de despacho que sigo usando respondiendo a esta entrevista. En Lovaina alquilé una habitación en la casa de Ward Van Dyck, ciclista vencedor de la Vuelta a España.


En la postal se ve el Ayuntamiento de Lovaina a la izda. y a la dcha. la Biblioteca Universitaria, que en su torre tiene un carrillón que toca música.

-Vida estudiantil. Recuerdos.


En la universidad hizo el doctorado conmigo un ingeniero francés del IFP de Bretaña, Michel Derrien, uno de mis mejores amigos (qepd, murió hace unos años de cáncer). Con él hice en las vacaciones un viaje inolvidable de dos semanas por Dinamarca, Suecia y Noruega, viajando en tren, auto-stop y en barco, y durmiendo en albergues de juventud o pensiones.



Michel se casó con una chica de Amberes que conoció en una boda en esta ciudad a la que fuimos los dos.

En Bruselas fui socio (y sigo siéndolo) del club estudiantil flamenco “den Bezem” (“la escoba”) en el que nos reunimos cantando canciones alzando nuestra jarra de cerveza.

Nos grabaron un disco “De Salamander” en el que cantamos canciones estudiantiles acompañados por la orquesta de la televisión flamenca. Era un disco muy popular. Con el club hicimos en las vacaciones un viaje inolvidable en autobús a las fiestas de la cerveza en Alemania a las orillas del Rin.

Conservo todavía el libro de canciones, mi jarra y los atuendos del club.


-Vida profesional ,aprendizaje y enriquecimiento .Anécdotas.

En noviembre de 1960, terminado el servicio militar, estuve a punto de ir a trabajar en el Laboratorio de la SHELL en Delft, Países Bajos. Pasé dos días en Holanda con gastos pagados. Pero renuncié porque había recibido una oferta más interesante cerca de mi casa en LABOFINA SA, el Centro de Investigación de la multinacional Petrofina (marca comercial FINA) en Bruselas (ahora fusionada en la francesa TOTAL).

Aquí tuve el placer de hacer el primer análisis de una pequeña muestra del recién descubierto campo petrolero fuera costa en el mar de Noruega, el Ekofisk. Posteriormente pasé a ser responsable del desarrollo de procesos de refino en planta piloto. Allí desarrollamos un proceso "Arofining" de mejora de calidad de combustible de aviación, cuya patente, de la que soy coautor, fue depositada en los EEUU y el Canadá. El proceso fue aplicado por primera vez en la Lindsey Oil Refinery en el Reino Unido, donde asistí a la puesta en marcha.

En 1964 me casé con una bilbaína, Azucena, en la Basílica de la Virgen de Begoña. Tenemos 4 hijos, tres nacidos en Bruselas (un hijo y dos hijas), y una hija nacida en Bilbao.

Vino el gran cambio… En 1968 mi suegro me envió desde Bilbao fotocopias de la prensa española anunciando la creación de Petronor y de “la refinería más grande de España” que se iba a construir en Bizkaia. En las vacaciones en julio de 1969 ya tuve una primera entrevista en Bilbao con el entonces Director General Fernando Bosch y visité el lugar y los movimientos de tierra y la preparación del terreno para la construcción de la refinería en Muskiz. En los años siguientes tuve otras entrevistas en las oficinas de Madrid, en la calle Diego de León.

 
La refinería inicial antes de su ampliación.

Hasta que el 1 de octubre de 1971 mi carrera cambió radicalmente, pasando de la investigación y desarrollo de procesos, a la aplicación industrial en Petronor. Me trasladé con mi familia a Madrid para, después de trabajar unos meses en las oficinas en Madrid, como adjunto al Jefe del Departamento de Servicios Técnicos, Juan Sancho, en la puesta en marcha de la refinería de PETRONOR, que tuvo lugar en Julio de 1972. (Juan Sancho era presidente de Petronor cuando yo me jubilé en el año 2000).

Terminada la puesta en marcha exitosa, en Diciembre de 1972 pasé a ocupar el puesto de Jefe del Departamento de Servicios Técnicos de la refinería, y un tiempo después el de Jefe del Departamento de Procesos y Sistemas responsable de la ingeniería conceptual y básica de los nuevos proyectos de inversión.

 En esta foto de 1973 se me ve saludando al Príncipe Heredero del Japón Aki Hito, quien visitó la refinería de Petronor acompañado por el entonces Príncipe Juan Carlos.


En 1975 algunos mandos de Petronor pudimos viajar acompañados de nuestras esposas con el Presidente Enrique Sendagorta al Congreso Mundial del Petróleo en Tokio. Allí tuve la sorpresa de reencontrarme con un congoleño que había hecho prácticas conmigo en la refinería de Amberes. Nos sacaron una foto con nuestras esposas. Entonces él era Director de la Empresa Nacional del Petróleo del Congo.



En esa época publiqué algunos artículos, participé en seminarios y congresos, y presenté alguna conferencia como p.ej. en 1988 en la Cámara de Comercio de Bilbao sobre el Petróleo y el Refino en la inauguración del 1er Master de Energía y Eficiencia, del Centro para el Ahorro y Desarrollo Energético y Minero (CADEM) del País Vasco.

Después de que PETRONOR había entrado a formar parte del Grupo REPSOL, en 1994 se concentraron todos los servicios de ingeniería de las empresas del grupo en una Central de Ingeniería con sede en Madrid, encargada de gestionar los proyectos de inversión del Grupo así como prestar asistencia técnica a las empresas. Es por por lo que el 12 de mayo de 1994 entré en nómina de REPSOL como Jefe Técnico Superior pero permaneciendo en la refinería de PETRONOR como responsable de la gestión inicial de proyectos de PETRONOR y de otras empresas del grupo REPSOL en el País Vasco y Cantabria.

Como consecuencia de ese cambio, dejé en 1995 mis funciones como miembro del Consejo de Euskalit, la Fundación Vasca para la Calidad, del que había sido miembro desde su fundación en 1992 como representante de PETRONOR, una de las empresas fundadoras.

-Hablemos de hobbies. 


De niño y hasta la mili mi afición era tocar la harmónica.




La única vez que la toqué en público era en un concierto en el cuartel militar acompañado de un compañero guitarrista.

Pero cuando era joven mi hobby principal era el deporte, en particular el tenis que he practicado en Bélgica desde que tenía 15 años y en Getxo en el Real Club Jolaseta hasta los 84 años, cuando lo tuve que dejar por problemas de espalda.

Después de jubilarme lo que había sido mi profesión de químico se convirtió en afición porque la ciencia me sigue apasionando. Ya no investigando en un laboratorio o trabajando en una fábrica, sino estudiando bibliografía online en casa sobre lo que pasa en el mundo de la química. He publicado más artículos en las revistas Ingeniería Química e Industria Química desde que me jubilé que cuando trabajé. Cuando trabajaba no tenía mucho tiempo para escribir.

 Por mi colaboración de muchos años, la directora de edición de Infoedita, Maria José Gómez, me concedió en diciembre pasado el Premio Iberquímica en el congreso del mismo nombre en el Bilbao Exhibition Centre.

-Jubilación, impacto inicial y afrontamiento.


Cuando me jubilé me tomé un año de “vacaciones” haciendo deporte, paseos largos y viajando con mi esposa por Europa. Pero, como he dicho antes, después necesitaba también hacer algo útil, escribiendo artículos científicos y tecnológicos.

-Encuentro con SECOT


Hace 20 años, el 28 de marzo de 2001 me hice socio de SECOT. Me había hablado de SECOT mi amigo Enrique García de la Peña, qepd, en un paseo por Algorta. Enrique era socio de SECOT Bizkaia pero su actividad principal de voluntario ha sido crear el Banco de Alimentos de Bizkaia del que sería su primer presidente.

No he hecho muchos asesoramientos en SECOT, pero en general han sido muy gratificantes porque han dado resultados positivos y han estrechado mi amistad con personas jóvenes. (Cuando te haces mayor muchos de tu edad van desapareciendo). Mi principal trabajo en SECOT ha sido la creación de la web y blog deSECOT Bizkaia que se estrenó el 8 de mayo de 2007 con el artículo PYMES DE LA UNION EUROPEA (Definición de microempresas, pequeñas empresas y medianas empresas desde el 1 de enero de 2005)

 En 2012 recibí el Premio al Senior Excelente de manos de Cesar Gallo, Presidente de la Fundación Repsol. (Ver el vídeo aqui)


-¿Es importante mantenerse activo durante la jubilación?


Es muy importante mantener alguna actividad cuando uno se jubila, tanto desde el punto de vista físico como mental, para mantener una salud lo mejor posible.

Los expertos dicen que, aparte del ejercicio físico y la dieta, mantener relaciones sociales y una actividad cognitiva tiene un papel muy relevante en la salud de nuestro cerebro. Y sugieren que ofrecer retos a la mente ayuda a mantener nuestra reserva cognitiva, aprender nuevas habilidades, hacer crucigramas (los hago en la siesta), leer (yo cada día el periódico, noticias en internet, etc.), apuntarse a talleres o cursos, etc., pero a condición de que te interesen y sean útiles, obviamente. Y relacionarse con otras personas.

Por lo tanto asesorar a otras personas, más jóvenes, y mantener el contacto con otros seniors, como hacemos en SECOT es uno de los mejores remedios para evitar que te coja el Alzheimer.

Aquí quiero destacar también mi colaboración con la Fundación Novia Salcedo, tanto a título personal y representando a SECOT. Participé en su Icaro Think Tank, el grupo de pensamiento de la fundación, y creé y sigo como co-autor en su blog “Construyendo Capital Humano”.


El 10 de diciembre de 2008. recibí de la fundación el diploma "Amigo NSF" por mi "ayuda a los proyectos e iniciativas de integración social y profesional de los jóvenes"

Hace unos años hice también un "experimento" en Wikipedia creando y actualizando 4 páginas:

-¿Qué es lo que más te ha servido en tu vida personal o profesional y desearías compartir con nosotros?


El disfrute del trabajo y la importancia del trabajo en equipo. La importancia de abrir horizontes: saber idiomas y viajar. La amistad: tener amigos en cualquier parte del mundo, sin fronteras. La actividad física e intelectual. La vida familiar. Mantener el interés y la curiosidad. Se puede aprender, también pasado los 80: la satisfacción de aumentar el conocimiento y no quedar desfasado. No desde un punto de vista material o económico (aunque hay que tener lo suficiente para poder vivir sin problemas económicos). Sentirse útil: hacer voluntariado.

Un envejecimiento sin actividad es un envejecimiento sin vida. Aunque el cuerpo envejece se puede mantener la mente viva. Tenemos la ventaja de la experiencia, que un joven aún no la tiene.

                                                                           
                                                                          Llega la hora de despedirnos de nuestro invitado y lo hacemos agradeciéndole el habernos hecho partícipes de sus vivencias y experiencias, vividas desde la positividad y pasión de la que siempre ha hecho gala.

                                                                FELIZ CUMPLEAÑOS EN SECOT RENÉ.

                                                                     

1 comentario:

  1. René un buen resumen de tu vida. Sentido y vivido.
    Mis felicitaciones por tus 20 ańos. A por los siguientes!!!

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