Como
los lunes el Museo Guggenheim de Bilbao está cerrado al público, los asistentes
al Foro Global España 2014 (oficialmente Global Forum Spain) lo tenían todo
para ellos, para reunirse con tranquilidad y tratar sobre cómo arreglar la
maltrecha economía global pero sobre todo la de España. Aunque fuera, en la
Gran Vía, las cosas no eran tan tranquilas y algunos creían que la solución a
la economía y el paro pasaba por romper cristales de escaparates y meter fuego
a contenedores, con un coste de unos 100.000 euros que el buen ciudadano tendrá
que pagar.
(Algún
periodista llamaba al Foro un ‘mini Davos’, haciendo alusión al Foro Económico
Mundial. Aunque que comparado a Bilbao, en población Davos es bastante ‘mini’.)
Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE estaba
en el Foro y en una entrevista de Ana Barandiarán en El Correo dijo “A
los manifestantes, a los jóvenes, yo no puedo juzgarles”.
Evidentemente
no se refería a los destructores de la Gran Vía. Se refería a los jóvenes que
en serio y responsablemente buscan algo constructivo para sus vidas: un empleo
y además que sea digno.
“Entiendo la frustración
de los jóvenes, les prometimos un empleo y no hemos cumplido. Les prometimos
que si estudiaban más años en la universidad o en la escuela técnica tendrían
un trabajo, y no hemos cumplido. Como decía antes en mi ponencia, solo tienen un diploma con el
que no pueden ni refugiarse de la lluvia. Así que entendemos su frustración.
Por eso hay que poner en marcha las políticas públicas que permitan corregir el
rumbo”, dijo.
¿Qué políticas? Ángel Gurría
aclara, “Hay políticas de activación del
empleo, de entrenamiento, de mejora de las destrezas y habilidades. También
políticas fiscales y de inversión que estimulen el empleo. E incluso políticas
presupuestarias que contemplen una asignación, a poder ser complementada por el
sector privado, para poder absorber un número cada vez mayor de estos jóvenes… También
hay un problema de destrezas. ¿Qué sabe hacer la fuerza laboral de un país
respecto a lo que se demanda? La clave está en la educación, la innovación, la
competencia y, por supuesto, la flexibilidad del mercado en término de costes
laborales. Hay que recordar que la idea es pasar del ladrillo a la neurona. No
es tanto un problema de los salarios absolutos. Es una cuestión de
productividad: que el empleado pueda elaborar productos de alto valor añadido
que superen su salario. Los salarios solo pueden aumentar si se incrementa la
productividad. Lo demás es un falso debate.”
De acuerdo. Las estadísticas
dicen que a mayor PIB menos paro y en teoría mejores salarios. Aunque se
observa que esto no es relación exactamente proporcional, ya que se puede
trastocar cuando el PIB está mal distribuido en la sociedad, y que la brecha entre ricos y pobres se dispara. Sino ¿cómo se
explica que EEUU tiene un PIB mayor que Alemania, tiene al mismo tiempo también
una tasa de desempleo mayor (más del 7% comparado al 5% alemán). Leí que en
EEUU los ricos han crecido más que en la mayoría de los demás países
occidentales. Luxemburgo, aunque tiene un paro “bajo” (alrededor del 6%), tiene
el doble de PIB que Alemania, pero Alemania tiene una tasa de paro menor que Luxemburgo.
En España la riqueza está también mal distribuida. Tiene casi el mismo PIB que
Francia o Italia, pero una tasa de paro más que el doble de cada uno de estos
dos países.
Debe haber más empresas que
sean más productivas, pero también, como dijo el Lehendakaro Iñigo Urkullo en el Foro en una
economía “al servicio de las personas”,
no solo a unas pocas personas, y debe prestarse atención a la “integración laboral de los jóvenes”. Porque si la economía presta
atención a las personas, las personas prestarán más atención a la
economía. O, como dijo Ángel Gurría: “No se puede tener una economía competitiva
sin un mínimo de protección a los trabajadores porque no se crea ningún vinculo
entre empresas y trabajadores. De lo que se trata es de generar una fuerza
laboral mejor preparada para que gane más.” Así es, para que los
trabajadores se identifiquen más con las empresas y se sientan integrados en la
empresa, los empresarios también deben identificarse con los trabajadores. La
empresa la forman el empresario, los directivos y los trabajadores todos juntos
y no funcionará bien si no hay una harmonía entre ellos y que todos juntos cooperan
y se esfuerzan para que la empresa vaya bien. Que haya diferencias salariales
según la responsabilidad y competencia es normal, mientras sea proporcionada y
no se dispare, y el trabajador no se siente explotado. ¿Cuántas veces no hemos
oído a empresarios decir que el capital de su empresa son las personas? La
realidad no es siempre así.
Christine
Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional también
estaba en el Foro. Su punto de vista es que hay que reducir los costes
laborales sin bajar los salarios. Y que esto se debe lograr reduciendo los
costes fiscales. Pero no he vista más explicación de cómo y de qué otras
consecuencias esto tiene. También aconseja subir el IVA o reducir el número de
productos y servicios con IVA reducido. ¿Después de que se ha subido el IVA
sobre la cultura? ¿Por qué no se sube el IVA o se pone un impuesto especial
sobre los artículos de lujo en lugar de sobre artículos o servicios útiles?
Christine Lagarde opina que es preocupante la baja inflación que hay. ¿Pero una
subida de inflación no está ligada a una subida del IPC? Y si sube el IPC pero
no así los salarios y las pensiones, ¿qué efecto tiene un aumento de la
inflación sobre el poder adquisitivo?
Jeroen
Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo promulga en el
Foro que hay que transformar la economía para que crezca. Está en la línea de
Ángel Gurría. Hace falta un crecimiento sostenido y sostenible basado en la
competitividad, que se consigue “bajando
los costes de producción (sobre todo los que no son de personal: ahorro de
energía, mayor eficiencia de procesos, etc.) y aumentar la productividad
mediante la inversión en educación e I+D, reduciendo la burocracia,…” etc.
Que “es fundamental modernizar nuestras
economías”. La “mejora continua” de siempre.
Según Joaquín Almunia, Comisario europeo de la Competencia, para ser más
competitivos hay que disminuir los costes energéticos, hacer más I+D+i, mejorar
los sistemas educativos, y disponer de profesionales cualificados para
responder a las necesidades de las empresas en la nueva economía digital. Y que
haya una mayor integración europea de las políticas económicas. Michel Barnier, Comisario de Mercado
Interior, subraya que las empresas deben ponerse al día de los nuevos sectores,
a parte de las TIC: la nanotecnología, la biotecnología y los materiales
avanzados.
Para ser competitivos en la
“nueva economía” hay que tener jóvenes bien preparados. Porque sin empleados
competentes, las empresas no son competitivas.
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