“Los mayores no solo son
más felices de lo que pensamos, también pueden ayudar enormemente al progreso
de la sociedad”. Lo
dijo Laura L. Carstensen, profesora de psicología de la Universidad
de Stanford, EEUU, en
una entrevista con Campuskrant, el periódico de la Universidad de
Lovaina KU Leuven.
Carstensen ha sido una de las cinco personas que fueron nombrados Doctor
Honoris Causa de esta
universidad, el 2 de febrero de 2012, en ocasión de la fiesta de su patrona la
Virgen, en concreto la Virgen de Candelaria o Purificación de la Virgen. Este
año los títulos fueron concedidos a eminentes científicos por su aportación
importante a la investigación del envejecimiento. Los otros Doctores Honoris
Causa son Mary
Tinetti, profesora de medicina a la Universidad de Yale, EEUU; John Myles,
profesor de sociología de la Universidad de Toronto, Canadá; Roger Coleman,
profesor emérito de diseño inclusivo del Royal College of Art de Londres; y John Clarkson,
profesor de ingeniería de diseño y director del Cambridge
Engineering Design Centre
(de la Universidad del mismo nombre).
En
su entrevista con la periodista ‘free lance’ Katrien Steyaert Carstensen nos cuenta:
“Mi investigación trata sobre
la manera en que la motivación varía en función del tiempo que tenemos delante,
el llamado ‘time horizon’. Mi teoría es que durante nuestra vida una misma
constelación de objetivos activa nuestro comportamiento. En distintos momentos
buscamos conocimiento, satisfacción emocional, descubrimientos y encuentros. He
observado que la motivación detrás de nuestras decisiones es la misma en los
jóvenes y en los mayores, pero que lo que cambia es la motivación.”
“Nuestra ‘teoría de
selectividad socio-emocional’ propone que cuando el ‘time horizon’ todavía es
extenso – en los años de la juventud – la gente persigue sobre todo objetivos
de información y exploración. Pero cuando este futuro se acorta, empezamos a
ser más sutilmente selectivos. Los mayores no persiguen per sé nuevos
conocimientos o descubrimientos, pero hacen elecciones muy reflexionadas en
base a su significado emocional. La consecuencia: disfrutan más de la vida.”
Y
allí está la sorpresa:
“Hay tantas suposiciones
negativas sobre lo que ocurre con tus emociones cuando envejeces. El ‘misery
myth’ parte del supuesto que los mayores son solitarios, abatidos y depresivos,
pero nuestro trabajo demuestra que son más felices. Es evidente que hay un
retroceso y que hay que tomarlo en serio, pero no se manifiesta en cada aspecto
vital. La satisfacción emocional parece aumentar con el envejecimiento. Esto no
se sabía todavía hace 25 años.”
“Cuando cuento esto a
mis estudiantes, se muestran felices y aliviados”, se ríe. Es un mensaje importante,
sobre todo en las sociedades que envejecen. Poco a poco ahonda, pero debemos
darnos cuenta aún más de que disponemos de un potencial cada vez mayor: Hay un
número creciente de ciudadanos maduros, emocionalmente estables, que ven
claramente lo que cuenta en la vida.”
“Después de estos estudios de ‘ageing’
de muchos años, no tengo estos miedos de hacerse mayor que mucha gente siente.”
Y dice riendo que para un académico es casi impensable jubilarse.” Y continúa:
“En los últimos tiempos investigo la
influencia de los cambios de motivación sobre los procesos cognitivos. Hemos
constatado el ‘positivity effect’: aparentemente la gente tiene una preferencia
para los estímulos positivos de la atención y la memoria. Y las personas mayores
recuerdan relativamente más las cosas positivas que las negativas en
comparación a los jóvenes. Ahora quiero profundizar más en este proceso, tanto
en sus ventajas como en sus inconvenientes.”
“Estoy contenta de que puedo
reflexionar con otros sobre un ‘well being index’ para América. Este índice
debe indicar cómo van los habitantes de un país, y aclarará entre otras cosas
hasta qué punto están bien nuestros seniors. Así el gobierno podrá actuar mejor
en ello.”
“Estamos ante una de las más grandes
oportunidades de la humanidad. Disponemos de más tiempo: para perseguir
nuestros sueños, para ser productivos, para estar con nuestras familias. Lo
único que debemos hacer es asumir los desafíos del envejecimiento. Si lo
conseguimos podemos mejorar la calidad de vida de todas las edades. Es por eso
que me siento tan animada. Cuando solucionemos esto, podemos encontrarnos con
una sociedad mejor que nunca antes.”
¡Ojala tenga
razón la profesora Carstensen! Por lo menos en SECOT los seniors procuramos andar
por este camino…
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