¿Seguiremos después de los 65? Es la pregunta que se hace la periodista Rosario Sepúlveda en un artículo, en el suplemento INFOEMPLEO.COM de El Correo el 17 de Junio de 2007. Como hoy en día es costumbre, habla de los que aún no se han jubilado pero que lo tienen cerca. La pregunta más correcta sería: ¿Seguiremos trabajando por cuenta ajena después de los 65? De los que se jubilaron a los 65, ya casi no se habla. Hoy en día son unos “bichos” raros, una especie en extinción.
El artículo hace referencia al ejemplo de Alemania, donde se aprobó la elevación de la edad de jubilación hasta los 67 años, respondiendo así a las advertencias de la Comisión Europea. Rosario Sepúlveda se pregunta lo que pasará en España. La realidad es que por varios motivos la edad media de jubilación es en España de 63,5 años y en Alemania 62,2 años. Después de la figura del pre-jubilado ya está en auge la del semi retirado. Es una solución que puede ser beneficiosa tanto para el profesional como para la empresa. En el primer caso si el semi retirado puede realizar su actividad no solo a tiempo reducido, pero también sin estar sometido al estrés que a mayor edad es más peligroso. La empresa puede pasar de haber tenido un ejecutivo valioso a disponer de un asesor “de valor”, que sigue “creando valor”. Que puede seguir realizándose y dedicar más tiempo a pensar, lo que es más difícil cuando existen presiones. En las empresas a veces se echa en falta a gente que piensa, y que encima tiene experiencia. Entonces la empresa también se beneficia, porque en lugar de un “semi retirado” tiene un “semi activo”. Hay casos en los que empresas han vuelto a contratar a prejubilados, por necesidad. Ahora bien, todo depende de la persona, de su interés por el trabajo, su curiosidad, su creatividad intacta, las ganas de enseñar lo que sabe, etc., sin hablar de su situación y condiciones económicas, familiares, de salud, etc…
¿Y los que no pueden o no quieren seguir como semi activos por cuenta ajena? Algunos con espíritu emprendedor (y necesidades económicas) se montan su propia empresa. Los que tienen el aspecto económico resuelto y siguen con ganas tiene también salidas. Hay bastantes asociaciones sin ánimo de lucro: ONG’s, fundaciones, etc. que les recibirán con los brazos abiertos. Allí pueden trabajar y ser útiles sin presiones, porque son voluntarios, porque lo hacen “porque quieren”. Son entidades que procuran ser eficaces, pero con otra forma de trabajar, porque el objetivo no es “crear riqueza” para la asociación. El objetivo es ayudar a crear valor económico a los que lo necesitan para sobrevivir.
Me lleva a otro pequeño artículo de Rosario Sepúlveda al pie de su artículo principal -Prejubilaciones: del frente activo al retiro forzoso -, en el que cita a José María Llorente, miembro de la Junta Directiva de SECOT (Seniors Españoles para la Cooperación Técnica, asociación a la que pertenece SECOT Bizkaia). Cita un buen consejo de nuestro compañero y amigo José María para los futuros prejubilados: “A partir de cierta edad hay que empezar a pensar en esta posibilidad, y diseñar un plan para el día después. Lo mejor es hacer algo fuera de casa, es decir, una actividad exterior, y también mantener una actividad intelectual si siempre se ha hecho”
Como en SECOT, una asociación de asesores empresariales voluntarios.
¿Y los que se jubilan a la edad legal? A los 65 o a los 67, da igual. Pues lo mismo. El autor del presente artículo lleva 7 años jubilado “a la antigua”, y aquí sigue y le falta tiempo para hacer todo lo quisiera hacer. Y los años le pasan sin darse cuenta. No solo con una actividad exterior, como dice José María Llorente. Hoy podemos disponer de una herramienta valiosísima y entretenida en casa, que también los mayores pueden aprovechar: la 3W, la red de redes (que también José María usa), el mundo global en casa, el viaje virtual a cualquier sitio donde queremos ir sin tener que desplazarnos en viajes incómodos de larga distancia. Una forma para no quedar descolgados ni obsoletos, a pesar de ser más viejos. Es otra forma más para poder comunicar con los hijos y los nietos. Por ejemplo una tan sencilla como esta: sacar dibujos recortables de princesas de cuentos de la página web de Disney para una nieta de 5 años. Resultado: una nieta contenta, un abuelo feliz...
