El hidrógeno, si bien sigue siendo un reactivo esencial en el refino del petróleo para producir combustibles limpios, jugará un papel fundamental como combustible sostenible para alcanzar la descarbonización global en 2050. La colaboración y las iniciativas nacionales e internacionales, institucionales y privadas deben y están facilitando la transición.
Las propiedades físicas y químicas del hidrógeno son muy diferentes a las de los combustibles actuales, lo que requiere medidas de seguridad y materiales y diseños de equipos especiales para su producción, almacenamiento, distribución y uso.
No todo el hidrógeno es sostenible; depende de cómo se produce. El costo de producción sigue siendo alto, pero se están desarrollando nuevos procesos que lo reducen.
El hidrógeno impulsará el transporte directamente como combustible, o por medio de una pila de combustible de hidrógeno, donde el uso directo de energía eléctrica sostenible es más difícil o costoso.
La transición provocará la pérdida de puestos de trabajo, pero creará muchos nuevos. Porque implica cambios tecnológicos por lo que las empresas existentes deberán adaptarse, y se crearán nuevas grandes, medianas y pequeñas empresas.
Lo anterior es la introducción al último artículo mío titulado: "Hydrogen: From Star of Oil Refining to Sustainable Fuel of the Future", publicado en el número especial de la revista Industria Química en ocasión de la feria internacional ACHEMA 2022, que ha tenido lugar en Frankfurt el pasado mes de Agosto 2022.
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