Adiós a Manuel Jiménez, senior
de SECOT Bizkaia
El 21 de Julio pasado falleció en Bilbao Manuel Jiménez Zamora,
socio de SECOT Bizkaia, actualmente el de mayor edad y único superviviente del
grupo de los “noventañeros”, lo que además de su irreparable pérdida supone en
cierto modo el adiós a una época pasada dentro de la pequeña historia de nuestro
SECOT local.
Manolo Jiménez fue en SECOT Bizkaia un símbolo de muchas cosas: Entusiasmo por su trabajo voluntario,
compañerismo, alegría contagiosa, disposición a colaborar en todo lo que
pudiera y fe en el objetivo de su asociación.
Durante mucho tiempo Manuel
realizó en la oficina de Secot el ingrato trabajo, entre otros, de organizar y ordenar los archivos de
las asesorías que realizaban los seniors, los reglamentos, los libros etc. Aunque
yo creo que lo más importante era su ejemplo de disposición y entrega y su
contagiosa alegría y compañerismo. Y todo eso lo hizo hasta que los años le
retiraron del trabajo activo y tuvo que dejar de acudir a la oficina de Secot.
En esta foto le vemos en su época de retiro, en una visita
de sus compañeros de Secot Mª Carmen Gutiérrez y Eugenio Zabala.
La biografía de Manolo fue dilatada y llena de contenido.
Nació en Bilbao en 1920 y a los diecinueve años le tocó participar en activo en
la triste aventura de la guerra civil de España. Ya en la paz estudió
primeramente peritaje industrial y después ingeniería superior en la Escuela de Bilbao hasta alcanzar el grado
de Doctor.
Se casó con Maite Brea Calvo, anteriormente fallecida, con
la que tuvo cinco hijos, que a lo largo de los años aumentaron la familia hasta
los actuales 9 nietos y 11 bisnietos. Aunque
no le conocimos en la faceta familiar, las manifestaciones de algunos de sus
descendientes en su funeral pusieron de manifiesto el grado de amor y cercanía
con su padre, abuelo y bisabuelo, al que cariñosamente se refirieron como el “papito”.
Ejerció siempre la ingeniería en la empresa RENFE en Bilbao,
trabajando en sucesivas y diversas responsabilidades hasta que se jubiló en
1984 cuando era el subdirector de la 6ª zona de RENFE en Bilbao.
Además Manolo ejerció una de sus “secretas aficiones”, la docencia,
como Profesor en la Escuela de Ingenieros, aunque no sé en qué asignaturas. Era
un gran aficionado a las matemáticas y le gustó enseñarlas hasta en los últimos
años de su vida tomando como “alumnos” incluso a personas que le prestaban sus
servicios y cuidados.
El 24 de Julio se celebró su misa funeral en la iglesia de San
Vicente en Bilbao con gran asistencia de sus familiares y amigos. Fue una
despedida sencilla y sentida con participación de varios hijos y nietos con
breves palabras, en castellano y euskera, y finalmente una preciosa y sentida elegía
de una de sus nietas, llena de cariño y recuerdos de su vida.
Descanse en paz el compañero y amigo bueno.
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