Cuando
hablamos de él entre amigos y conocidos no hace falta citar su apellido
Bereciartua. Todos sabemos que se trata de él, de Txomin, el “cura”
que fundó hace 34 años la Fundación Novia
Salcedo (NSF) junto con unos antiguos del grupo scout que él mismo había
fundado. Alguno de ellos estaba también el 19 de diciembre en la cena en el
restaurante del Club
Deportivo de Bilbao, junto con otros cerca de 150 comensales para
homenajear a Txomin por su reciente nombramiento como Ilustre de Bilbao por el Ayuntamiento.
Fue
una cena intergeneracional, como no podía ser de otra forma en una fundación
dedicada a la integración laboral de los jóvenes. Estaban amigos mayores y
jóvenes de Txomin y colaboradores de NSF, y naturalmente el equipo de profesionales
de la Fundación. Mi mujer y yo también estábamos allí, como amigos de Txomin y también
como senior de SECOT, colaborador de NSF. Txomin a su vez es amigo de SECOT. Participó
hace tres años en el seminario organizado en ocasión del 20 aniversario de SECOT Bizkaia dando
una charla sobre el Voluntariado.
Durante
la cena, el presidente de la Fundación, Luis Cañada leyó dos poemas suyos, uno
dedicado a NSF y otro a Txomin. Después se proyectaron en una pantalla imágenes
de Txomin desde su infancia hasta hoy, y a continuación Sergio Salas del equipo
profesional de NSF le hizo una entrevista. Finalmente Txomin cogió el micrófono para
agradecer a los asistentes y seguidamente se paseaba de mesa en mesa para congeniar
con los presentes.
Después
de haber visto pasar 85 primaveras, Txomin sigue inquieto. Este año él y Federico Solana, ex presidente
de NSF, han empezado a organizar una serie de tertulias alrededor de una mesa con
un grupo de amigos tomando el almuerzo, en las que se debaten temas tales como
los grandes cambios que están teniendo lugar en el mundo, Europa y los valores
europeos, el liderazgo…
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