Me llamó la atención un artículo en la página web de Peinando Canas “El arte de la encuadernación”, en el que A. Millón cuenta la larga historia de esta artesanía y describe las varias modalidades y procesos.
Quizás las personas mayores tenemos libros viejos o documentos sueltos con recuerdos del pasado de eventos familiares, amistades, viajes, u otros, que queremos salvaguardar para nuestros hijos, nietos y bisnietos. Una solución elegante puede ser encuadernarlos. Si uno es aficionado puede adentrarse más en este arte, y comprarse un libro sobre el asunto, como por ejemplo uno de 416 páginas que lleva el mismo título que el citado artículo “El Arte de la Encuadernación”, de Mariano Monje Ayala, que describe con todo detalle todos los tipos y procedimientos de encuadernación.
Y si no eres aficionado, lo puedes mandar a encuadernar por otros. Y de paso practicar la solidaridad. Por ejemplo dándolos a encuadernar a la Fundación Eragintza, una entidad sin ánimo de lucro de carácter benéfico-asistencial, con la que colaboramos, constituida en 1.991, por la Diputación Foral de Bizkaia y la BBK, cuyo objetivo fundacional es la rehabilitación y reinserción socio-laboral de personas con trastornos mentales. Eragintza dispone de un Centro Ocupacional de Encuadernación en el que los usuarios son formados en técnicas de encuadernación artesanal hasta alcanzar un alto nivel de calidad en su trabajo, lo que permite acceder al mercado abierto. Entre los distintos productos que se elaboran se encuentran, entre otros: encuadernación de fascículos, revistas, libros, periódicos, etc., de cualquier tamaño, en tela, piel, guaflex, gotex, etc. El Centro ocupa a 16 usuarios y está en Alonsotegui, a poca distancia de Bilbao, en la carretera a Balmaseda.
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